Testimonio de una familia Qida
Claudia Ruiz Campo
Publicado el 10 de junio de 2024
¿Cómo se vive desde dentro el proceso de la pérdida de autonomía de un familiar?¿Cómo se gestiona esta nueva situación?
Las familias de Qida responden a estas preguntas.
Hablamos con la hija de un matrimonio, que cuidamos a su madre.
Detección de necesidad en el cuidado de un familiar
Nuria, la hija del matrimonio, nos cuenta que fue clave detectar la necesidad de contar con una ayuda profesional en el cuidado de su madre, puesto que se dió tras recibir el alta hospitalaria y regresar a casa. Bien es cierto que la familia ya había planteado al matrimonio la posibilidad de tener una persona en casa que le acompañara en las tareas diarias y en sus quehaceres, a lo que el marido de la usuaria se mantenía reacio y sin motivación.
La situación al volver del ingreso fue diferente, puesto que la necesidad de atención especializada y sociosanitaria hacia la usuaria era evidente. En este punto su marido supo verlo y aceptó la propuesta de la familia de conocer a una persona cuidadora que pudiera ayudarles en su día a día.
Toma de decisiones: ¿Cómo afrontamos esta situación y a qué servicios podemos acudir?
La elección del servicio de atención domiciliaria frente a otros vino sobrevenida en parte porque necesitaban una persona que se encargara del cuidado de la usuaria durante un tiempo prolongado, pero no querían bajo ninguna circunstancia que el matrimonio dejara de convivir.
El marido de la usuaria se encontraba en plenas capacidades, pero éstas no eran suficientes para asumir el cuidado integral que necesitaba la usuaria. Por este motivo, descartaron la opción de ingresarla en una residencia. Para ellos, era fundamental que siguieran conviviendo, aunque eran conscientes que la persona usuaria necesitaba un acompañamiento 24h.
La opción de la residencia hubiera sido más factible en el caso de que solo fuera una persona o en el que ambos tuvieran una situación evidente de dependencia.
Proceso de inicio en atención domiciliaria: afrontamiento de una nueva realidad
En el caso de la usuaria y su marido, pasaron de no tener una persona cuidadora a tener una cuidadora 24 horas en el domicilio de lunes a domingo, con lo que eso conlleva.
El proceso de adaptación es algo paulatino, con altibajos y nunca se desarrolla tal y como pensamos, debido a que depende de muchas variables, como el comportamiento y la conducta de ambas partes.
En este caso, han pasado tres cuidadoras por el domicilio. La primera, lleva con el matrimonio desde 2022 y el proceso de adaptación con ella fue muy fácil.
En cambio, con otro de los perfiles, la adaptación fue más complicada, llegando el servicio a finalizar, puesto que no se dio el encaje esperado entre el marido de la usuaria y la cuidadora. Con todo esto, la familia recuerda con cariño a esta cuidadora.
La última cuidadora, actualmente lleva cinco meses en el servicio y el proceso de adaptación ha sido complejo y diferente a los anteriores, puesto que hay una barrera idiomática mínima entre la cuidadora y la familia, pero, aun así, han conseguido entenderse y actualmente se sienten muy cómodos con este perfil.
La parte que considera la familia más difícil del inicio y del proceso adaptativo son cuestiones personales de las cuidadoras, posibles barreras idiomáticas, el encaje de los caracteres y el feeling que puedan tener entre las partes.
Entorno seguro y de confianza
La convivencia es una de las bases principales de un servicio de atención domiciliaria, puesto que es la clave del mismo y de ella depende que el servicio se desarrolle con normalidad o, en caso contrario, que no sea viable por mal encaje de las partes.
La familia considera que en su caso, con las tres cuidadoras, la convivencia siempre ha ido bien, las asperezas que han podido surgir las han ido limando y esto es uno de los puntos fuertes para que el servicio haya funcionado como hasta ahora.
Sobre la atención domiciliaria concretamente y sobre la experiencia de esta familia, lo que más valoran es que disponen de una persona que se encuentra a disposición de sus padres para lo que ellos necesiten. Disponen de servicios como teleasistencia que les proporciona atención médica de urgencias, lo que complementa el servicio de atención domiciliaria de una forma estupenda.
La familia destaca que con otras opciones de cuidado al adulto mayor no se obtiene esta cercanía, este mimo y esta atención que si recibe este matrimonio en su entorno seguro y familiar de confianza.
Claudia Ruiz Campo
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