¿Cómo detectar un ictus en personas mayores?

Qida

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Publicado el 17 de abril de 2023

¿Cómo detectar un ictus en personas mayores?

El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una emergencia médica que puede ocurrir en personas de cualquier edad, pero es más común que se de el ictus en personas mayores. El ictus ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe, lo que puede causar daño cerebral permanente o incluso la muerte si no se trata adecuadamente. ¿Cuáles son los síntomas del ictus? Los síntomas del ictus pueden variar dependiendo de la persona y del tipo de ictus que se esté experimentando. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Debilidad o entumecimiento en la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Confusión repentina o dificultad para hablar o entender el lenguaje.
  • Problemas de visión repentinos en uno o ambos ojos.
  • Dolor de cabeza repentino y severo sin causa aparente.
  • Pérdida de equilibrio o coordinación.

Si sospechas que alguien puede estar sufriendo un ictus, es importante llamar inmediatamente al servicio de emergencias médicas o llevar a la persona a la sala de emergencias más cercana. Cuanto más rápido se reciba el tratamiento, mayores serán las posibilidades de recuperación.

Recuerda que el tiempo es crucial cuando se trata de un ictus. Si sospechas que alguien está experimentando un ictus, llama al servicio de emergencias médicas local de inmediato. No intentes conducir a la persona a la sala de emergencias tú mismo, ya que esto puede retrasar el tratamiento adecuado.

Causas de la aparición del ictus en ancianos

Hay varias causas que pueden contribuir al riesgo de ictus en ancianos. Algunas de las principales causas incluyen las que vamos a nombrar a continuación.

Hipertensión arterial

La presión arterial alta es uno de los principales factores de riesgo para el ictus, ya que puede dañar las arterias y aumentar la probabilidad de formación de coágulos.

Diabetes

La diabetes aumenta el riesgo de ictus debido a los altos niveles de glucosa en la sangre, que pueden dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de coágulos.

Colesterol alto

Los niveles elevados de colesterol pueden contribuir a la formación de placas en las arterias, lo que puede aumentar el riesgo de ictus.

Enfermedades cardíacas

Las enfermedades cardíacas, como la fibrilación auricular, pueden aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos que pueden causar ictus.

Consumo de tabaco

Fumar cigarrillos o consumir otros productos de tabaco puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de ictus.

Sedentarismo

La falta de actividad física puede contribuir al desarrollo de factores de riesgo, como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto, que pueden aumentar el riesgo de ictus.

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Características del ictus en anciano con Alzheimer

Las personas mayores con Alzheimer tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus debido a que las enfermedades cerebrovasculares y neurodegenerativas comparten factores de riesgo y pueden contribuir mutuamente a la aparición de ambas enfermedades. Aunque los síntomas del ictus en personas mayores con Alzheimer pueden variar, algunas características comunes incluyen:

  • Cambios repentinos en la capacidad cognitiva: Los pacientes con Alzheimer que sufren un ictus pueden experimentar una disminución repentina en la capacidad cognitiva, como la memoria, la atención y la capacidad de comprensión.
  • Dificultades para comunicarse: El ictus puede causar problemas de habla y lenguaje, lo que dificulta la comunicación de los pacientes con Alzheimer.
  • Debilidad o parálisis: Los pacientes con este tipo de patología, que sufren un ictus, pueden experimentar debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, lo que puede dificultar la movilidad y la realización de actividades cotidianas.
  • Cambios en la conducta y el estado de ánimo: El ictus puede causar cambios en el comportamiento y el estado de ánimo, como la agitación, la depresión o la apatía, lo que puede dificultar la comunicación y el cuidado de los pacientes.
  • Dificultades para deglutir: Los pacientes con Alzheimer, que han sufrido un ictus además pueden experimentar dificultades para tragar, lo que puede aumentar el riesgo de aspiración y neumonía.
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Cuidados ictus en personas mayores

Los cuidados para una persona mayor que ha sufrido un ictus dependen de la gravedad del episodio y de las necesidades individuales del paciente. Algunos cuidados que pueden ser necesarios incluyen las siguientes.

Observación y seguimiento médico

Es importante que los pacientes con ictus sean supervisados de cerca por profesionales de la salud para controlar la evolución de su estado y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Fisioterapia y terapia ocupacional

Los pacientes que han sufrido un ictus pueden necesitar terapia física y ocupacional para recuperar la movilidad, la fuerza y las habilidades motoras necesarias para llevar a cabo actividades cotidianas.

Control de la presión arterial y la diabetes

Mantener la presión arterial y los niveles de glucosa en sangre bajo control puede reducir el riesgo de futuros episodios de ictus.

Control del colesterol

Mantener los niveles de colesterol bajo control también puede reducir el riesgo de futuros episodios de ictus.

Control de los medicamentos

Es importante que los pacientes tomen los medicamentos recetados por su médico según las instrucciones para reducir el riesgo de complicaciones.

Prevención de caídas

Los pacientes con ictus pueden tener un mayor riesgo de caídas, por lo que es importante tomar medidas para reducir el riesgo de lesiones, como asegurar que el ambiente esté libre de obstáculos, instalar barras de agarre y utilizar calzado adecuado.

Apoyo emocional

Los pacientes que han sufrido un ictus pueden experimentar cambios emocionales y depresión, por lo que es importante brindar apoyo emocional y considerar la terapia psicológica si es necesario.

En conclusión, es fundamental que las personas mayores y sus cuidadores estén atentos a los síntomas del ictus para poder detectarlo a tiempo y recibir atención médica inmediata. Algunos de los síntomas más comunes incluyen debilidad en el rostro, brazo o pierna, dificultad para hablar, mareo, y dolor de cabeza intenso y repentino.

Si se sospecha de un ictus, es importante llamar de inmediato a emergencias para recibir tratamiento en el menor tiempo posible y minimizar el riesgo de complicaciones graves. Además, prevenir factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo, puede reducir significativamente las posibilidades de sufrir un ictus en la vejez.

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