Cómo afrontar el verano de un familiar que padece demencia o deterioro cognitivo
Virginia Martín Cristóbal
Publicado el 25 de julio de 2023
Llegada la época estival, es normal que surjan preocupaciones respecto a los cuidados que requiere una persona afectada con demencia o deterioro cognitivo.
Por eso, desde Qida, queremos ofrecer varios consejos para mejorar la adaptación a esta etapa del año.
1.- Mantener rutinas
Es normal que en el verano cambien los horarios y nuestras rutinas, también debido al calor y al alargamiento de los días. No obstante, es importante que se mantengan algunas rutinas como las horas de comida o las de sueño.
2.- Paciencia
Es usual que con las vacaciones se pase un mayor tiempo con la persona enferma y haya mayores roces en el día a día. Por ello es clave evitar enfrentamientos, ser empáticos con la situación y fomentar la paciencia frente a repeticiones y olvidos.
3.- Facilitar el proceso de adaptación al nuevo entorno
La adaptación a un nuevo entorno puede ser complicado para una persona con demencia y puede provocar que se sienta desorientada ante un cambio de casa o de habitación.
Podría ser recomendable, si hay un desplazamiento a otra cas (al pueblo, la playa) llevar algún objeto que forme parte de su entorno cotidiano, como por ejemplo alguna foto que tenga en el salón o alguna manta que utilice en el sofá.
Además, hay que pensar que, en un entorno no habitual, la persona con deterioro cognitivo puede desorientarse con más facilidad, por eso es recomendable proporcionarle algún elemento de identificación, como una pulsera o una medalla donde se indique su nombre y un teléfono de contacto, o bien recurrir a dispositivos electrónicos con GPS que puedan indicar su ubicación en caso de que sea necesario.
4.- Además, el entorno también debe adaptarse
Si la persona afectada con demencia va a pasar un tiempo con un familiar con quien no convive habitualmente, hay que asegurar que esta persona conozca las costumbres y rutinas básicas de su día a día y que procure mantenerlas.
Además, si se decide que la persona con demencia o deterioro cognitivo pase las vacaciones en periodos divididos entre diferentes familiares, se recomienda minimizar la frecuencia de cambios. Por ejemplo, es preferible que pase dos semanas seguidas en casa de un hijo y las dos siguientes en casa del otro, en vez de alternar una semana en cada casa.
5.- Mantener la comunicación entre todos los miembros de la familia
Una buena comunicación entre la persona que vaya a pasar el tiempo vacacional y el resto de la familia es fundamental para llegar a acuerdos que liberen un poco al encargado principal de la atención hacia la persona con demencia para que puedan disfrutar de unas vacaciones con bienestar, ambas partes.
Quien cuida, ya sea un cuidador profesional o no, ha de poder expresar abiertamente a las personas de su entorno tanto las necesidades de la persona enferma como las propias, y así encontrar soluciones que sean beneficiosas para todos.
6.- Limitar los compromisos sociales
Las vacaciones suelen conllevar una actividad social más intensa y es habitual que en verano se suelan tener más compromisos sociales. Estos cambios de entorno y de compañía pueden aumentar la confusión y la desorientación en la persona con deterioro.
7.- Ayudar a la persona afectada a combatir el calor
En verano, las personas con demencia pueden ser especialmente vulnerables al calor. Debido a la alteración cognitiva es probable que no interpreten de una manera correcta las señales de su cuerpo, como las sensaciones de frío o de calor. Es importante prestar atención a las recomendaciones ante las altas temperaturas para evitar complicaciones como son:
- Elegir la ropa más adecuada acorde a las temperaturas
- Motivar el consumo de líquidos vigilando que haya una correcta hidratación (bebiendo agua, tomando fruta…)
- Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día
- Utilizar protección solar y sombrero cuando salgan a pasear.
- Asegurar una temperatura fresca en espacios interiores.
8.- La familia también necesita vacaciones
La familia, y especialmente quienes se hacen más cargo de las personas afectadas con la demencia, también tiene derecho a descansar y coger vacaciones, ya que a menudo deja de lado sus propias necesidades para centrarse completamente en la atención de su familiar. Es importante desconectar, salir del entorno habitual, etc y confiar el cuidado de sus familiares en cuidadores profesionales que puedan dar apoyo en esta época.
Por ello, desde Qida, ponemos nuestro empeño en asegurar una buena atención y calidad también en el período estival, adaptándonos a las necesidades que tienen las familias en esta época y asegurando cobertura durante todo el verano.
Virginia Martín Cristóbal
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