Atención a la demencia y trastornos cognitivos

Núria Ripoll

Núria Ripoll

Publicado el 9 de septiembre de 2021

Atención a la demencia y trastornos cognitivos

Atención a la demencia y a los trastornos cognitivos

En este espacio vamos a tratar el tema de la atención a la demencia y trastornos cognitivos: antes de entrar en materia resulta importante conocer que la Demencia y el Alzheimer son las manifestaciones más habituales pero también encontramos otras como el ELA, el Parkinson o los trastornos de Bipolaridad. Éstas no son las únicas, también podemos encontrar Demencia Vascular, Demencia de cuerpos de Lewy  y Demencia Fronto-temporal.

Estas patologías son degenerativas y afectan especialmente a las personas mayores. Actualmente, no existe ningún tratamiento que frene la evolución, y, por lo tanto, la pérdida progresiva de habilidades y destrezas para las actividades del día a día, provoca que necesiten de ayuda y atención de manera continuada.

El diagnóstico de la enfermedad en la mayoría de las ocasiones aparece después de observar la familia y entorno más cercano comportamientos no habituales hasta entonces. 

En un primer momento, se tienden a relacionar con despistes puntuales cómo por ejemplo: dejarse las llaves en casa, salir a la calle y tener dificultades para volver al domicilio, ir a una estancia de la casa y no recordar para que, entre otras situaciones.

Pruebas habituales para evaluar la sintomatología

Cuando la familia detecta que comienzan a influir en las actividades de la vida diaria, es el detonante que les lleva a informar a su médico de cabecera. Delante de estas situaciones, tienen un protocolo establecido para evaluar la sintomatología que facilitará el diagnóstico. Las pruebas habituales ha realizar son:

  • Tests neuropsicológicos que valoran el estado cognitivo-psicológico de la persona.
  • Pruebas de diagnóstico por imagen: TAC o resonancia son las que se realizan de manera más frecuente.

Este tipo de pruebas permite diferentes aspectos. Los tres más importantes son:

  1. Descartar otras causas cómo tumores o accidentes cerebrovasculares (ICTUS, embolias…).
  2. Distinguir el tipo de enfermedad degenerativa (Alzheimer, Enfermedad del Parkinson, ELA, etc.).
  3. Detectar la fase en la que se encuentra la demencia (Ej. Alzheimer en fase leve, moderada, grave).
  4. Entrevista en profundidad con la familia: es un elemento clave ya que va a permitir conocer al médico qué cambios ha presentado la persona a nivel cognitivo (razonamiento), de comportamientos y a nivel funcional.
  5. Analítica que ayuda a descartar otras situaciones de enfermedad que tengan relación con los síntomas.

Paralelamente al proceso comentado del diagnóstico del trastorno, la familia vive un proceso particular y doloroso; no siempre el familiar afectado está dispuesto a ir al médico reconociendo que tiene problemas de memoria. En muchas ocasiones, tratan de ocultar los síntomas. 

Situaciones habituales delante de una demencia o un trastorno cognitivo

Una pregunta que nos podemos realizar ante este escenario sería: ¿Por qué mi familiar se niega a ir al médico?  Pese a que estaríamos delante de varias respuestas se podrían englobar en dos grupos.

  1. Cuándo hablamos del momento inicial de la enfermedad, la persona es consciente de su pérdida de independencia, de saber que quizás salga de casa y no sepa volver, que deba dejar hacer actividades satisfactorias para ella cómo conducir. Es decir, observar que empieza a necesitar ayuda y a perder su autonomía.
  2. La falta de aceptación de la situación.

Si bien es cierto, que actualmente no existe tratamiento que cure el trastorno debemos tener presente que el diagnóstico en una fase leve puede recibir tratamiento con el objetivo de ralentizar la evolución.

La enfermedad no sólo impacta en la propia persona sino que también en la familia y el entorno social más cercano. Ellos también tienen afectaciones a nivel emocional, afectivas, organizativas y cambio de rol en la estructura familiar.

El abordaje multidisciplinar, que es aquel en que intervienen tanto médicos, enfermeras, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadoras sociales, entre otros; pueden facilitar estrategias para mejorar tanto el entorno, establecer rutinas y planificar actividades así cómo detectar cambios en las destrezas de la persona para dar respuesta a ellas. 

Disponer de un diagnóstico temprano es importante para poder planificar decisiones y actuaciones:

  • Recursos y servicios necesarios en base a las necesidades
  • Definir el tipo de atención deseada: residencial o domiciliaria

QIDA y su apuesta por la atención domiciliaria para personas mayores y/o dependientes

Qida apuesta por la atención domiciliaria sociosanitaria de calidad. Nuestro objetivo es «hacer sostenible el sistema sanitario y social a escala global ayudando a las personas en situación de dependencia y/o cronicidad a vivir «Más tiempo, en Mejor estado de salud y Más calidad de vida en casa» (lo que nosotros le decimos «la triple M»).

  • Cómo planificar asuntos financieros
  • Conocer los deseos y decisiones sobre la atención en el plan de cuidados (Voluntades Anticipadas)

Las fases de la demencia o un trastorno cognitivo

La demencia o trastorno cognitivo se caracteriza por una evolución degenerativa cómo se comentaba al inicio, existen varias clasificaciones; una de ellas es por fases. A continuación vamos a presentarlas y comentar sus principales características:

Fase Leve en la Demencia o un Trastorno cognitivo:

Los olvidos son puntuales pueden generar dificultades en la vida diaria, afectan de manera especial a la memoria reciente.

Fase Moderada en la Demencia o un Trastorno cognitivo:

los olvidos son más frecuentes, la persona tiende a retener información relacionada con vivencias pasadas. En este momento, la persona muestra dificultades para llevar a cabo actividades de la vida diaria de manera autónoma.

Por otro lado, también mostrará dificultades para realizar tareas como leer el diario, sopas de letras… Comienza a presentar una pérdida de interés generalizado.

La desorientación está en tiempo y espacio, es decir, la persona se reconoce a ella misma pero presenta dificultades para discernir en qué lugar se encuentra y qué momento del día es.

En esta fase la persona necesita de mayor supervisión y ayuda para la realización de las actividades del día a día; es importante, facilitarle las tareas y motivar la realización por su parte dentro de lo posible.

Fase Grave en la Demencia o un Trastorno cognitivo:

En este momento de la enfermedad la desorientación es en tiempo, espacio y persona. El nivel de dificultad para realizar las tareas del día a día, requiere de ayuda de manera continuada.

La prevención del deterioro cognitivo

En esta publicación se está tratando las características principales, el proceso de diagnóstico , que nos ofrece tener un diagnóstico temprano y el progreso pero no podemos obviar el tema de la prevención del deterioro cognitivo. ¿Cómo podemos ayudar a prevenirlo?, es importante que la persona realice actividades que ayuden a tener activas las  funciones cognitivas cómo por ejemplo: leer el diario, no desvincularse de las cuentas del domicilio, hacer sopas de letras, crucigramas, mantener una vida social activa y tratar de estar informado de la actualidad.

Núria Ripoll

Núria Ripoll

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