Cuidados después del alta hospitalaria o alta médica

Lorena Villa García

Lorena Villa García

Publicado el 10 de diciembre de 2021

Cuidados después del alta hospitalaria o alta médica

Cuando nos dicen que nosotros, nuestro ser querido o la persona que cuidamos es dada de alta  hospitalaria es un motivo de alegría. En este momento, solemos sentirnos solos y con dudas sobre qué debemos hacer. 

El cuidado a la persona no debe terminar en el momento del alta, sino que este se debe trasladar al domicilio de la persona. Es posible que la persona mayor necesite un apoyo adicional para acompañarla o ayudarla a recuperarse después de la estancia en el hospital. 

Preparación para el alta médica y alta hospitalaria

La persona recibirá un plan de alta médica hospitalaria personalizado antes de salir del hospital. Este será elaborado por un equipo de profesionales sanitarios y sociales que tendrán en cuenta sus condiciones de salud/sociales actuales y necesidades de cuidados en el domicilio. Lo ideal sería que le proporcionen este plan con días previos antes del alta hospitalaria para poder planificar y garantizar que las necesidades de atención en casa están cubiertas. 

Lista de verificación después del alta hospitalaria

Las personas que no tienen atención adecuada en la transición del hospital a domicilio suelen tener reingresos tempranos. Para evitarlo le proporcionamos una lista de verificación con algunas preguntas claves que le sugerimos hacer a los profesionales del hospital para guiar la planificación del alta del paciente:  

  • Estado de salud y social actual: comprenda todo sobre la situación actual, signos de alarma, la capacidad actual para hacer frente a las actividades de la vida diaria, si se debe proporcionar algún cuidado o tratamiento especial en el domicilio.
  • ¿Hay cambios en el plan de medicación? Asegúrese de comprender adecuadamente el nuevo plan de medicación, el horario, la dosis de administración y los efectos secundarios de los nuevos medicamentos  antes de irse a casa. Asegúrese de tener la medicación en el hogar antes de la vuelta a domicilio. 
  • ¿Qué opciones de transporte existen para la vuelta? Cree un plan sobre cómo y quién va a llevar a la persona de regreso a casa. ¿Será usted, otro miembro de la familia, amigo o cuidador/a? 
  • ¿Es el domicilio un lugar seguro y está adaptado para el cuidado? A veces es necesario adaptar o modificar el hogar para que sea más fácil y seguro para la persona realizar sus actividades diarias y su movilización, o para facilitar el cuidado. Dependiendo de la situación actual, las modificaciones en el hogar varían, pero las más comunes son: instalación de barras de agarre en baños e inodoros, retirar alfombras, eliminación del desorden, dispositivos de tecnología de asistencia, Etc. 
  • ¿Necesita algún producto de apoyo para la autonomía personal? Existen productos de apoyo que pueden ayudar a las personas mayores a realizar sus tareas diarias de forma autónoma o con ayuda de un cuidador/a de forma fácil, cómoda y segura
  • Citas de seguimiento: hable con los profesionales sobre los próximos pasos sobre la asistencia. Pregunte si es necesario una cita, cuando, donde y con quien.
  • ¿A quién debo consultar si surgen problemas o inquietudes después de una alta del hospital? Conozca con quién y en qué horarios debe contactar para obtener ayuda una vez regrese a casa. 

Pasos a seguir para una recuperación efectiva

1. Comunicación efectiva con el equipo médico

Antes de abandonar el hospital, es fundamental mantener una comunicación clara y abierta con el personal médico. Asegúrate de comprender plenamente:

  • Diagnóstico y tratamiento recibido: Conocer la naturaleza de la enfermedad o condición tratada y las intervenciones realizadas.
  • Instrucciones para el cuidado en casa: Incluyen pautas sobre medicación, actividades permitidas y restricciones, así como signos de alerta que requieren atención médica inmediata.
  • Programación de citas de seguimiento: Es vital asistir a las consultas posteriores al alta para evaluar la evolución y realizar ajustes en el tratamiento si es necesario.

2. Planificación anticipada del alta

Una salida hospitalaria bien planificada reduce la probabilidad de reingresos y mejora la recuperación. Considera lo siguiente:

  • Coordinación con servicios de atención domiciliaria: Si se requiere asistencia profesional en casa, organiza estos servicios con antelación.
  • Adquisición de equipamiento médico necesario: Como sillas de ruedas, andadores o camas especiales, según las necesidades del paciente.
  • Adaptación del hogar: Realiza modificaciones para garantizar la seguridad y comodidad, como la instalación de barras de apoyo en el baño o la eliminación de obstáculos que puedan provocar caídas.

3. Manejo adecuado de la medicación

La correcta administración de los medicamentos es esencial para evitar recaídas o efectos adversos:

  • Organización de los medicamentos: Utiliza pastilleros semanales o diarios para facilitar el cumplimiento de las dosis y horarios prescritos.
  • Educación sobre posibles efectos secundarios: Conoce las reacciones adversas que pueden presentarse y cómo manejarlas.
  • Renovación de recetas: Asegúrate de tener suficiente medicación y conoce el proceso para obtener más cuando sea necesario.

4. Vigilancia de signos de alerta

Estar atento a cualquier cambio en la salud del paciente es crucial:

  • Síntomas a monitorear: Fiebre, dificultad para respirar, dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento o cualquier otro signo inusual.
  • Acción ante emergencias: Saber cuándo es necesario contactar al médico o acudir a un centro de salud de inmediato.

5. Apoyo emocional y psicológico

La recuperación no solo es física; el bienestar emocional juega un papel clave:

  • Fomento de la independencia: Anima al paciente a realizar actividades por sí mismo, respetando sus limitaciones, para mejorar su autoestima y autonomía.
  • Red de apoyo: Familiares y amigos deben ofrecer un entorno de comprensión y apoyo, escuchando y atendiendo las preocupaciones del paciente.
  • Consulta con profesionales: Si se detectan signos de depresión, ansiedad u otros trastornos emocionales, es recomendable buscar la ayuda de un psicólogo o psiquiatra.

6. Importancia de la rehabilitación y actividad física

La actividad física supervisada contribuye significativamente a la recuperación:

  • Programas de rehabilitación: Participar en terapias físicas o ocupacionales según las indicaciones médicas.
  • Ejercicio regular: Incorporar actividades como caminatas suaves, siempre adaptadas a las capacidades del paciente.
  • Prevención de complicaciones: La movilidad ayuda a evitar problemas como la formación de coágulos o la pérdida de masa muscular.

7. Alimentación equilibrada y adecuada

Una dieta apropiada es fundamental para fortalecer el organismo:

  • Plan nutricional: Seguir las recomendaciones dietéticas proporcionadas por el equipo médico o un nutricionista.
  • Hidratación: Mantener una ingesta adecuada de líquidos, a menos que exista una contraindicación médica.
  • Suplementación: En casos necesarios, incorporar suplementos vitamínicos o minerales según prescripción.

8. Educación y formación para cuidadores

Si el paciente requiere asistencia, es esencial que los cuidadores estén bien informados:

  • Capacitación en técnicas de cuidado: Como movilización del paciente, higiene personal y administración de medicamentos.
  • Manejo del estrés: Los cuidadores deben también cuidar de su propia salud mental y física, buscando apoyo cuando lo necesiten.

9. Recursos comunitarios y apoyo adicional

Existen diversas organizaciones y servicios que pueden facilitar la recuperación:

  • Servicios de atención domiciliaria: Profesionales que brindan cuidados médicos y asistenciales en el hogar.
  • Grupos de apoyo: Comunidades de pacientes y familiares que comparten experiencias y consejos útiles.
  • Programas de rehabilitación comunitaria: Ofrecen terapias y actividades para promover la recuperación y reintegración social.

10. Seguimiento y evaluación continua

La monitorización regular permite ajustar el plan de cuidados según la evolución del paciente:

  • Visitas médicas periódicas: Asistir a todas las citas programadas para evaluar el progreso y realizar los exámenes necesarios.
  • Comunicación constante: Mantener informados a los profesionales de salud sobre cualquier cambio o preocupación.
  • Ajustes en el plan de cuidado: Modificar las estrategias de atención según las necesidades y avances del paciente.

¿Te estás preparando para el alta hospitalaria de un paciente?

Póngase en contacto con su Referente social de Qida para realizar una planificación sólida, garantizar la adaptación del domicilio y el apoyo del cuidador/a en la vuelta al domicilio. 

Lorena Villa García

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