Cómo evitar la sobrecarga o burnout en los cuidadores
Qida
Publicado el 15 de enero de 2018
Debemos ser conscientes que cuidar una persona con dependencia es una tarea difícil, muy compleja y cansada. Todas las profesiones que se basan en cuidar a otras personas tienen un elevado riesgo de que quien realiza la actividad profesional sufra una sobrecarga de trabajo como en el caso del burnout en los cuidadores, hay que estar preparados para una actividad tan compleja como esta. Hay que tomar medidas para evitar que la situación nos supere física y psíquicamente.
En el momento en que realizamos nuestra labor con desgana, nuestro trato con la persona dependiente es frío, no ponemos el 100% de nuestra energía en cuidar a esta persona y pensamos en irnos a casa los más pronto posible a casa, estamos superados por nuestra labor, debemos tomar conciencia de esta situación y poner remedio.
Qué es el burnout en los cuidadores de ancianos
El burnout es un estado de agotamiento físico, emocional y mental que puede ocurrir en los cuidadores de ancianos y otros profesionales que proporcionan cuidados a largo plazo, bien sea a familiares o a terceros. Se caracteriza por una sensación de cansancio constante, falta de motivación, apatía y pérdida de interés en la tarea de cuidar a otras personas. Los cuidadores pueden sentirse abrumados por las demandas de su trabajo y experimentar síntomas físicos y emocionales como dolores de cabeza, problemas para dormir, irritabilidad y ansiedad. El burnout puede afectar negativamente la calidad del cuidado que se brinda a los pacientes y puede aumentar el riesgo de errores médicos y otros problemas de salud. Es importante que los cuidadores estén conscientes de los signos del burnout y tomen medidas para prevenirlo o manejarlo adecuadamente si ya lo están experimentando.
Medidas para prevenir la sobrecarga o burnout en los cuidadores
Hay ciertas medidas que nos pueden ayudar a prevenir que nuestra labor nos supere, a continuación las detallamos:
- Fomenta la autonomía: anima a la persona con dependencia a realizar el mayor nombre posible de acciones dentro de su alcance, vale la pena ser paciente y esperar a que las realice ella misma que hacerlo tú para ganar tiempo. Mantén una actitud positiva y que le anime en todo momento.
- Tú primero: no podemos cuidar de otra persona sin estar bien con nosotros mismos, no te olvides de ti y cuídate tanto como a la otra persona.
- Tus momentos: no quieras ocupar todo tu tiempo en la labor de cuidar a otras personas, durante un tiempo lo podrás hacer sin problema, pero a la larga tu personalidad reclamará su momento. Conserva tiempo para hacer aquello que te gusta y te carga de energía, energía que luego transmitirás a la persona a quien estés cuidando.
- Identifica las señales: ya hemos mencionado los signos que pueden ayudar a identificar que se acerca una sobrecarga, no intentes seguir como si nada y pretendas hacer ver que no te pasa nada, no solo lo vas a pagar tú, también la persona a tu cargo. Afronta la situación y ponle remedio cuando detectes los primeros signos.
Cuidar a alguien puede ser una tarea exigente y puede llevar a la sobrecarga física y emocional del cuidador. Es importante que los profesionales encargados de cuidar a otras personas reconozcan este riesgo y estén capacitados para manejarlo adecuadamente. La prevención del burnout y la sobrecarga son parte integral de la responsabilidad de un profesional de la salud y del cuidado. La identificación temprana de los signos de sobrecarga y la adopción de medidas preventivas pueden minimizar el impacto en la calidad del cuidado proporcionado. Es fundamental que los profesionales estén capacitados para afrontar estos riesgos y mantengan una buena salud mental y emocional para poder brindar un cuidado óptimo y efectivo a sus pacientes.
En Qida, nos aseguramos de que nuestros cuidadores estén capacitados y tengan las habilidades necesarias para enfrentar estos desafíos y brindar un cuidado excepcional a las personas que atendemos.
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