Beneficios de los perros para personas mayores
Qida
Publicado el 21 de diciembre de 2021
Perros y Personas Mayores
Cuando se decide incorporar a uno o varios perros para acompañar a personas mayores, más cuando el cuidador principal será una persona mayor, tenemos que tener en cuenta varios principios para que esta elección realmente resulte beneficiosa de manera bidireccional. Descubramos un poco más acerca de los perros para personas mayores en este artículo.
Cuando hablamos de los beneficios bidireccionales, nos referimos a los que el animal puede generar hacia la persona y viceversa.
Entendemos que las personas mayores son aquellas que superan los 65 años de edad, y la mayoría pasan por un cambio clave en su vida, la jubilación. Este momento de la vida implica grandes cambios ocupacionales, de amistades, de roles y de gestión del tiempo libre.
Para muchas personas se convierte en temor o un reto afectando negativamente en su salud y calidad de vida. Muchas familias consideran que puede ser un buen momento para aumentar la familia con la incorporación de un animal, siendo un gato o un perro las especies animales más habituales.
Como tomar la decisión de tener un perro en casa con los ancianos
Si lo enfocamos desde la Ciencia de la Ocupación y bajo el Modelo de Ocupación Humana (MOHO) toda actividad debe cumplir un propósito, deber significativa para que tenga un valor, pues será clave en la toma de decisiones de la persona para involucrarse en actividades nuevas o desconocidas.
Que la persona mayor participe en la elección del perro o animal de compañía es fundamental para que su participación sea activa, por lo que se recomienda que esta decisión sea tomada por parte de la persona.
También debemos tener una conciencia sobre la tenencia responsable de animales y lo que esto conlleva:
- Salud: Seguimiento veterinario periódico, vacunas, microchip, castración, atención frente a enfermedades.
- Bienestar: Educación y entrenamiento, alimentación, cepillados, aseo y cuidados necesarios.
- Calidad de vida: Paseos, socialización con otros perros, personas y juego.
En el caso de las personas mayores también se debe plantear un quinto criterio y es la red familiar que apoya el cuidado del animal en situaciones de enfermedad, hospitalización u/o pérdida de autonomía.
Al final formará parte de la familia y debemos contar con circunstancias sobrevenidas que puedan derivar a esta situación para que se evite el abandono.
¿Cómo escoger perros para personas mayores?
Una vez se ha evaluado todos estos componentes, debemos tener en cuenta la elección del perro para nuestro adulto mayor, en esta elección es importante que no prime la estética del perro si no su temperamento y sensibilidades, además de el tamaño y peso.
Cuando hablamos del temperamento del perro y sus sensibilidades, hablamos de que sean perros equilibrados, es decir, si lo evaluamos desde un punto de vista global, evitaremos perros que puedan tener tendencia a generar miedos o problemas de conducta, es decir con sensibilidades auditivas, visuales o mentales altas.
Existen múltiples pruebas de temperamento que se realizan en las protectoras de animales y criaderos con el fin de poder ver la tendencia del carácter de los perros y que facilitan la elección por lo que se recomienda dejarse guiar por los profesionales de los mismos, ser honestos explicando la realidad del hogar para que el emparejamiento sea el óptimo y que realmente ambos disfruten de la convivencia.
Beneficios de tener un perro para la gente mayor
Cuando hablamos del día a día de este binomio, se fusionan múltiples componentes físicos, emocionales, cognitivos y sociales que inciden en la calidad de vida de la persona mayor.
Estos beneficios están íntimamente ligados a la dimensiones de relación que se establecen entre el perro y la persona.
La compañía que ofrece un perro a una persona mayor
El que más verbalizan las personas mayores que tienen perros es la compañía, minimizando su percepción de soledad, compartiendo momentos de juego, mimos y calma dentro de casa, pues múltiple estudios hablan de cómo el mero hecho de acariciar a un perro, sentir su respiración y la presión profunda que ejercen sobre nuestro cuerpo aumentan los niveles de oxitocina, aportando una sensación de bienestar, reduciendo las respuestas angiogénicas y reduciendo el estrés.
La sociabilización que ofrece un perro a los ancianos
Otro beneficio conocido es la socialización, favoreciendo la participación social y reduciendo el aislamiento. Al tener que salir a pasear, no solo fomenta aspectos físicos y cardiovasculares sino que facilita la interacción con otras personas a nivel intergeneracional, pudiéndose crear una red de apoyo entre amantes de los perros.
Tanto la compañía como la socialización inciden directamente en la salud mental de la persona mayor, mejorando su percepción sobre ellos mismos, crean nuevos roles y les empodera haciéndoles responsables de la tenencia y bienestar de su perro.
La descentralización de la atención con perros y las personas mayores
Un aspecto importante es la descentralización de la atención. Muchos mayores pueden tender a introversión o comportamientos egocéntricos pensando en su declive, pérdida de autonomía, preocupaciones sobre su envejecimiento y patologías. El hecho de tener que cuidar a otro, cepillarlo, crear rutinas, responsabilizarse de su alimentación, seguimiento veterinario puede facilitar su apertura al exterior.
La cognición en los ancianos con los perros
Por último, otro aspecto de la vida de la persona mayor que puede ser beneficioso es la cognición. Recordar la cantidad de alimento que debe darle al perro, cuando hay que sacarle de paseo, recordar el nombre de otros perros con los que coincide y personas, las revisiones veterinarias, la creación de una rutina facilita la orientación temporal ( mañana, tarde y noche) y espacial ( explorar el barrio, parques, recordar calles).
Alternativas: Intervenciones asistidas con perros para personas mayores
Si no podemos garantizar el bienestar animal o cuando se presentan limitaciones importantes en la autonomía, enfermedades neurodegenerativas, deterioro cognitivos en fase leve-moderada quizás el cuidador principal no pueda ser la persona mayor.
Pero hay alternativas para que también puedan disfrutar de estos beneficios sin que implique una adopción de un animal.
Existen múltiples entidades que se dedican a las Intervenciones Asistidas con Animales y que ofrecen servicios de actividades y terapias en el domicilio o en centros de mayores en las que se pueden beneficiar de esta interacción sin tener que asumir la responsabilidad de la tenencia de un animal.
Estas actividades pueden estar orientadas hacia el ocio y favorecer la participación social, conocidas como Actividades Asistidas con Animales o enfocarse como una terapia cuando se realiza una evaluación, se establecen unos objetivos y se supervisa la consecución de los mismos.
Las Terapias asistidas con animales, pretenden a través de los beneficios de la interacción anciano-animal motivar a los participantes a mejorar en áreas física, cognitiva, emocionales y/o sociales. Para ello, se precisa de un binomio configurado por un profesional formado en el ámbito sociosanitario, en entrenamiento animal, especializado en intervenciones asistidas con animales y un perro con las habilidades y aptitudes necesarias para poder realizar esta labor social. En estas terapias, se diseñan ejercicios y dinámicas que permiten en un espacio de juego mejorar funciones cognitivas, recuperar la autonomía, desarrollar habilidades sociales y de gestión emocional.
Es importante que si decidimos avanzar por este camino nos informemos bien sobre las entidades y los beneficios se están reflejando en investigaciones y evidencia científica. Sin duda, una alternativa para recibir el cariño de los animales cuando su tenencia en el domicilio no puede garantizar los criterios mínimos de bienestar.
Qida
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